El viento se siente frío. Recuerdo claramente como despeinaba tu pelo, tu rostro de perfil mientras hablabas, tus ojos al mirarme, tu mano y la mía… Perdona, no escuche bien lo que decías, así me he perdido tantas de tus palabras. Soy tan distraída.
Sabes que de verdad te quiero. Tos ojos están diferentes, me miras diferente. Y escondo mis lágrimas mientras lo que decías poco a poco traspasa mis pensamientos. Comienzo a comprender, y de algún modo ya lo sabía. ¿Cuándo fue que nos distanciamos? Algo dentro de mí lo vio venir, y a pesar del amor, del cariño, de las ganas, de nosotros, llegamos aquí. ¿En qué momento se separaron nuestros destinos? No sigas, mejor que esta sea una salida como cualquier otra, que termine como cualquier otra. Digamos: “Hasta luego”.
De verdad que hace frío. Creo que no podré sonreír sin ti, pero lo intento una última vez mientras suelto tu mano. Un adiós que se tropieza en mi boca, ni siquiera puedo hablar y hago un gesto torpe con mi mano mientras te vas. Me quedo parada en el mismo lugar donde siempre nos despedimos. Como en cualquier otra salida, sin embargo esta es totalmente diferente. Se terminó. Se terminó. El viento sopla de nuevo. Ahora que lo pienso, tal vez no soy la única que siente frío. De que me sirve pensar en esos detalles, ya es demasiado tarde.
“Significas tanto para mi”, “nunca quise hacerte daño”, “quiero protegerte”,”eres lo más importante”, “te quiero”, “no te vayas” ,”adiós”, aún tengo tanto que decir pero no estas para escucharlo. Adiós. Ahora es que empiezo a llorar. Que fácil fue soltar tu mano, un acto de cobardía. ¿Por qué no me aferre a ella? No tengo el suficiente valor y ahora volver a tomarla entre la mía será imposible.
¿Qué es lo que se llevará el tiempo de esto? Tal vez ponga distancia y duela menos. ¿Me hará olvidar? Lo dudo. Tu recuerdo nunca perderá su color en mi memoria. Que torpe soy, ni siquiera puedo decir adiós propiamente. Se terminó.
Que inspirada amiga!
Momentos, rolas y de pronto se arma algo 😛