Este año me dedique a anotar en papelitos las cosas buenas que me pasaron. Junte más de 20. Van desde la publicación de mi libro, cosas buenas que les pasaron a mis amigos y familia hasta la coincidencia de que un viento travieso hizo llover hojas secas sobre mi cabeza como en las películas.
Por todas doy gracias. Y este año creo que haré lo mismo, porque casi siempre me acuerdo de las dificultades y poco me acuerdo de los detalles maravillosos.
Este 2014 trae más trabajo, más retos y más cosas nuevas. Más le vale que traiga más lluvias de hojas secas o mejor aún. De cerezos… En Japón de preferencia.
Que sea mayormente feliz para todos.