Cinco llamadas. Solamente cinco llamadas. Una de un asco de ser humano que le hizo correcciones a algo. Dos recados de dos diferentes revistas, otra con el itinerario de su visita a Madrid y por último, una de una joven. Me pareció que se oía joven la muchacha. Lo más curioso es que todos estaban muy agradecidos de que Lucas tuviera una asistente personal. La verdad, no sabía si ofenderme o no, y como no tenía ganas de discutir con desconocidos los dejé que pensaran lo que quisieran. Después de todo este acuerdo iba a durar muy poco tiempo.
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