Una noche, en un sueño te conocí. Pasamos lindos momentos, hicimos lindos recuerdos, me enseñaste a volar, te enseñe a reír. Y después desapareciste.
Como no podía encontrarte te busque en el cielo. Cada noche que pasaba me preguntaba:
¿Estará en esa estrella?
¿Viajara en esa nube?
¿Estará viéndome desde la Luna?
Todas ellas sin respuesta.
Mi corazón te llama, cada noche grita el que podría ser tu nombre, a cada estrella, a cada nube a cada punto que se distinga en el cielo, a la Luna.

Me he desesperado tanto, que he comenzado a estirar mi mano hacia el cielo. Quizás así, al ver mi mano buscándote, buscando tus caricias, buscando tu abrazo, buscando un beso tuyo quizás así te dignes a responderme.
Si sigo así, necesitare alas para ir a buscarte. Y he ahí mi desesperación, porque las alas sólo me salen cuando estoy cerca de ti…